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SAL DE VIDA por O. Román Jitdutjaaño, S. Román & J. A. Echeverri (2020)

Sal de vida

Ɨairue nagɨni: Aiñɨko urukɨ nagɨni, Aiñɨra urukɨ nagɨni

Halógeno – Halófita: Sal de vida

Por Oscar Romualdo Román Jitdutjaaño, Simón Román Sánchez & Juan Alvaro Echeverri

Open Access

Universidad Nacional de Colombia, Sede Amazonia, Instituto IMANI, 2020

Oscar Román Jitdutjaaño y Sal de vida

Oscar Román con el libro impreso

Sal de vida es el producto de una relación de muchos años entre el anciano Murui-Nɨpode Oscar Romualdo Román Jitdutjaaño (Enokakuiodo) y el antropólogo Juan Alvaro Echeverri. Desde 1995 iniciamos un proceso de diálogo, investigación y trabajo sobre la sal. La palabra Murui ɨaizaɨ ‘sal’ se refiere a las sales alcalinas de origen vegetal, que son utilizadas por los Murui y otros grupos vecinos como una mezcla para la pasta de tabaco (yera ‘ambil’). Pero, en un sentido simbólico y espiritual, el concepto de ɨaizaɨ-sal se refiere a la potencia fecundadora presente en todos los seres vivientes y es la base de los principios de formación de los seres humanos y del manejo de sus relaciones. Esta búsqueda conjunta se dio a partir de una observación de Enokakuiodo sobre los diferentes proyectos de desarrollo que crecientemente, desde inicios de los años 1990, se vinieron dando en la región amazónica. Tales proyectos, promovidos por ONG o entidades estatales en comunidades indígenas generaban muchos problemas de comunicación y, en palabras de Enokakuiodo, conducían a “abortos”, en lugar de generar fecundidad. La razón de estos fracasos se debía a que “los blancos” no entendían, según Enokakuiodo, “el punto de la sal”. El punto no era evidente, pero sí era lo suficientemente potente como para ser explorado con seriedad. Eso nos condujo a formular un proyecto, que concebimos en una modalidad interdisciplinaria e intercultural. Ese proyecto se desenvolvió entre 1996 y 2002, y luego de eso hemos tenido un lago período para madurar y procesar lo aprendido. La síntesis de todo eso es lo que presentamos en esta obra. Nuestro punto de partida fueron las especies vegetales que son empleadas por los Murui para elaborar sal vegetal. Para documentar esas especies, hicimos colecciones botánicas, involucramos una bióloga en el proyecto, Olga Lucía Montenegro, y acudimos a los herbarios especializados para identificar las especies. Involucramos además un químico, Andrés López (en esa época vinculado a la Fundación Erigaie) para liderar el trabajo de análisis químico de las sales obtenidas. Finalmente, hicimos la recopilación de una serie de discursos en lengua murui, que hemos denominado el rafue (discurso o enseñanza) de la sal. En este sentido, nuestro proyecto ha sido interdisciplinario: biológico, químico, antropológico y lingüístico. Pero el mayor reto y aprendizaje —directamente relacionado con los propósitos e inquietudes de los cuales surgió— ha sido el de llevar a cabo un proyecto intercultural. Lo primero que hay que aclarar en que con “intercultural“ no nos estamos refiriendo a una combinación de enfoques diferentes (indígena y científico) sobre un mismo objeto (sal vegetal). En este trabajo, interculturalidad significa más bien el reconocimiento de una misma condición (humana) a través de la construcción de diferentes objetos. Por una parte, un objeto de las ciencias positivas —la sal vegetal— sobre el que se enfocan las disciplinas arriba mencionadas: la identificación de las especies empleadas para elaborar sales, el análisis de sus compuestos químicos y la recolección de discursos sobre la sal. Es justamente este último producto, el discurso sobre la sal, lo que nos llevó a descubrir que el objeto del conocimiento indígena sobre la sal va mucho más allá de la sustancia misma. Ese discurso está hablando de los procesos de formación del mundo y del cuerpo humano, leídos a través de las especies vegetales y de los procesos técnicos involucrados en su preparación. Un proyecto intercultural, cualquiera que sea su naturaleza, es, sobre todo, la construcción de una relación social entre personas con diferentes capacidades y conocimientos, donde se establece un intercambio de sustancias y servicios para alcanzar un objetivo común. Esta relación es precisamente el objeto del conocimiento indígena: esas sustancias y servicios —alimentos, tabaco, dinero, herramientas— son la sal del asunto. Esta relación es comparable a la relación sexual entre una pareja, donde las sustancias se intercambian y conducen a la fecundidad, el foco principal de este conocimiento.

Una versión editada de este libro recibió el Premio Alejandro Angel Escobar en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (Colombia, 2020)
Open Access
Descargar libro: https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/77785

Conversación sobre el libro

Entrevista de Luisa Elvira Belaunde (UNMSM) y Pierre Castro (Colegio de Antropólogos – Región Centro, Perú), con Tomás Román Sánchez (hijo de Oscar Román), Rubén Medina (murui de El Estrecho, Perú), Carlos Rodríguez (Tropenbos Colombia), y Juan Alvaro Echeverri.

Sobre los autores

Oscar Romualdo Román Jitdutjaaño. Murui-Muina del clan enokayaɨ (mafafa). Nacido en Entrerríos (río Cahuinarí, Colombia) en los años 1930s. Estudios tradicionales en curación de enfermedades materiales y socioculturales (maestro cacique Eugenio Manaɨdɨkɨ). Publicaciones: “Mito de la coca: el manejo y sus consecuencias” (Mundo Amazónico 2010), “Witoto ash salts from the Amazon” (Journal of Ethnopharmacology 2011), “Ash salts and bodily affects” (Environmental Research Letters 2013).

Simón Román Sánchez. Murui-Muina del clan enokayaɨ (mafafa). Aprendiz de su padre Oscar. Fallecido en 2008.

Juan Alvaro Echeverri. Antropólogo. Profesor titular de la Sede Amazonia de la Universidad Nacional de Colombia.

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